homenaje a mi familia

Son las 5 de mañana, suena el reloj, se levantan Guillermo y Adriana, un humilde trabajador y una honesta ama de casa, ella lo despacha a él y antes de las seis de la mañana  mi padre sale a trabajar en el barrio Aurora en un edificio de apartamentos, es carpintero y coloca las divisiones, zócalos y puertas, a veces el trabajo es tanto que no le da tiempo de almorzar. Mientras mi papá se dirige al trabajo Adriana, mi mamá, toma una siesta para luego levantarse a hacer los quehaceres de la casa en compañía mía.

A las 9 de la mañana se despierta Didier, un excelente vendedor de moda, trabaja con su creatividad y maneja muy buenas relaciones interpersonales sus pies son su sostén durante sus 8 o más horas de trabajo. Mi hermano Julián se levanta a diversas horas según las materias que ve en su carrera ingeniería de sistemas, cuando llega a casa se la pasa en el computador, aunque a veces tiene algo de tiempo para el ocio, juega en línea y visita a su novia. Yo después de realizar los quehaceres domésticos saco tiempo para dibujar, pintar y estudiar un poco de inglés, pero comparada con otros artistas me siento en pañales, por eso tengo que dedicar tiempo para dibujar, a si sea un dibujo al día: y en ese tiempo de ocio productivo decidí por medio de imágenes hacer un homenaje a cada uno de los integrantes de mi familia, cada imagen hace alusión a un Dios de la mitología griega (las imágenes pueden que se expongan en el metro de Medellín).



Tocan la puerta de mi casa y es Diego, el amigo y vecino más cercano de la familia, cercano al mundo de la espiritualidad, un buen orador y consejero, mi mamá lo recibe con cariño y conversamos un rato, el usa nuestro computador pues por motivos de fuerza mayor carece de dicho artefacto. Mi mamá en la tarde va a orar a la iglesia (ella es miembro activo de la parroquia), a veces cuando ella sale nuestro amigo se queda conversando conmigo sobre la vida o sobre el mundo sobrenatural.



A las 7 de la noche llega mi papá, con las manos callosas y cansado de trabajar, y siento dentro de mi tanta impotencia de no poder ayudarlo para que no tenga que laborar. Le sirvo la comida y el se la come mientras ve la tv y a ratos toma pequeñas siestas antes de dormirse definitivamente.



Después de las 9 pm llegán mis hermanos Didier y Julián a comer la sabrosa comida de mamá, ambos agotados pero con ganas de seguir sus tareas al día siguiente.



Lavo los trastes, después navego un poco en mi instagram, leo cosillas políticamente incorrectas de vez en cuando, otras veces escucho el cartel de la mega o a Memo Anjel. Después me despido de todos y me dispongo a dormir.


Por: María Fernanda Sucerquia Uribe



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